domingo, 21 de junio de 2009

Chau hasta luego.

Hola papá ... qué poco nos vimos, qué poco hablamos y cuánto lloré tu muerte.
Lloré como un niño.
Lloré por todos esas primeras veces que te perdiste.
El primer día de escuela
El primer nudo de corbata
El primer partido de fútbol
Mi primera novia
Mi primer boliche
Mi primer día de facultad
El día que me recibí
El día que me casé
El nacimiento de mi hija

Te lloré demasiado a cambio de nada.
Y aún me duele tu sufrimiento y también tu partida.
Qué raro llorar en estos casos no? Es como extrañar lo que no tuviste nunca ... como extrañar una ausencia permanente.

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